La virgen de la Soledad, sería la primera obra de don Luís, realizada para la localidad cordobesa de Lucena. Es del año 1988, procesiona en la tarde del Sábado Santo, desde la iglesia de Santiago. La señora se nos presenta, con una mirada llena de dulzura y aflicción a la vez. La boca entreabierta, nos deja ver la lengua y los dientes perfectamente tallados, y nos hace participes, del dolor de María. Es de candelero para vestir y madera policromada.
La señora es portada exteriormente con varales. Su paso de palio es sencillo, pero elegante y exquisito a la vez. Las bambalinas de color negro, van bordadas en oro, al igual que el manto, que es del mismo color.
Vestidor: Antonio Bejarano Ruiz.
Fotografía: Antonio Ruíz.
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